En 1951, Diego Troya comienza esta historia: un almacén de ultramarinos en una de las plazas señeras de Algeciras: San Isidro.
Tras él, llegó su hijo Pepe, impulsó definitivamente el negocio, convirtiendo el local en un lugar donde disfrutar de deliciosas chacinas y quesos de todo tipo, así como tomar copas dentro de un genial ambiente.
En el 2011 toma las riendas de este proyecto la tercera generación, José Troya, quien decide emprender un giro radical, apostando por un nuevo modelo de negocio, aunque sin perder su esencia de antiguo almacén de ultramarinos.